Un perro adiestrado es un perro feliz. ¿Por qué? Porque eso le proporciona una estrecha camaradería con su dueño. Además, el dueño de un perro adiestrado también es feliz porque él y su perro han encontrado un medio de comunicación. Han llegado a una base de mutuo respeto y entendimiento.
Sus orígenes se remontan a la época en que los romanos invadieron Europa.
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Algunos consejos útiles a tener en cuenta a la hora de iniciar el adiestramiento del perro: